Aplicar el concepto lean logistics implica eliminar el despilfarro o dispendio en la logística y centrarse en la creación de valor. Porque una buena gestión de los recursos repercute directamente en la rentabilidad de la empresa.
El lean logistics se trata de un modelo organizacional que se puede seguir para eliminar las acciones innecesarias o “residuos” de las actividades de la empresa. El resultado son productos de calidad entregados con rapidez y eficacia.
Pero las tareas logísticas dependen de muchas variables financieras, geográficas y normativas. Además de las propias exigencias creadas por las empresas en su búsqueda por satisfacer a sus clientes. Por ello, es importante que implementemos una estrategia que elimine vicios en nuestros procesos operativos que causan costes improductivos.
Uno de los primeros pasos que debemos dar para adoptar la filosofía lean logistics es comprender qué es el despilfarro o dispendio y qué tareas y recursos necesitamos para crear valor añadido. Una vez que comprendemos este valor, el resto de tareas del proceso logístico se convierten en residuos.
Podemos definir el despilfarro o dispendio como “gasto o consumo inútil o utilización de recursos sin un retorno adecuado”.
Despilfarro en la cadena de suministro
El despilfarro logístico se produce con la misma frecuencia que en cualquier otro departamento de la empresa, aunque no siempre es tan visible debido al alcance y la complejidad de la logística.
Existen ocho tipos de despilfarro o dispendio en la cadena de suministro que afectan directamente a la logística:
- Sobreproducción
- Existencias
- Sobreprocesamiento
- Corrección
- Esperas
- Movimientos innecesarios
- Transporte
- Empleados sin compromiso
Ventajas del lean logistics
Una de las grandes ventajas de la logística ajustada o el lean logistics es la gestión del inventario. La filosofía también se aplica al inventario de una empresa. Esto significa que las empresas no almacenan un gran número de artículos en su inventario.
En lugar de ello, las existencias se mantienen en función de las necesidades. Demasiado inventario es una pérdida de dinero. Sin embargo, si no hay suficientes artículos en el inventario, esto también puede causar retrasos a los clientes. Las empresas tienen que analizar y ver cuántos artículos son los adecuados para un inventario ajustado.
El inventario solo se repone cuando surge una necesidad.
Otra ventaja es que analiza los distintos procesos y los elimina. Esto significa que los ciclos de vida de los procesos se hacen más eficientes y rápidos, consiguiendo que el producto llegue antes al cliente con menos esfuerzo por parte de la empresa.
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